7D-Economía estética

Menos es más

Ludwig Mies van der Rohe

Ludwig Mies van der Rohe nación en Aachen, Alemania, un 27 de marzo en 1969, es posible que l momento de su nacimiento no se concibiera lo que su obra más adelante haría para el mundo de la arquitectura, pero hoy día, es imposible que aquellos que nacieron para la arquitectura eviten su obra. 

Uno de los arquitectos más brillantes del siglo pasado, junto con Gropius, Le Corbusier y Wright, su trabajo con las edificaciones de metal y vidrio, cambió el mundo de la arquitectura hasta nuestros días.

Existe un frase que marcaría el desarrollo de van der Rohe como arquitecto, "Menos es más", y es innegable que su apego a este principio puede notarse a lo largo de sus obras más celebradas. Este no fue siempre el estilo que buscó; después de abrir su estudio en Berlín, comenzó diseñando arquitectura neoclásica, aunque un viaje a los Países Bajos en 1912 y el descubrimiento del arquitecto H. P. Berlage, le llevaría a cambiar sus intereses. Después de la derrota alemana en la Gran Guerra, Ludwig se adhirió a los distintos movimientos vanguardistas que surgieron en Europa, comenzando con el diseño de un edificio de oficinas en Berlín para la Friedrichstrasse, el cual recibió el apodo de El Panal. Este primer acercamiento a la arquitectura expresionista, con su rascacielos "transparente", marcaría el comienzo de la arquitectura característica de Mies van der Rohe.

El Panal

En la década posterior saltaría a la fama, principalmente por el pabellón alemán en  Exposición Universal de Barcelona de 1929, para el cual diseñó el sillón Barcelona, pero también por la casa Tugendhat en lo que actualmente es República Checa. Ambas destacan por tener estructuras geométricamente sencillas, espacios continuos, una gran incidencia de luz natural y por estar construidos con materiales nuevos para aquella época, como es el caso del cemento armado.

Pabellón Barcelona

Casa Tugendhat

 Mies se caracterizó por una sencillez estética, derivada de su antes mencionada frase, menos es más. Asimismo, su arquitectura se caracteriza por una rigidez geométrica, una carencia total de elementos ornamentales y una predominancia de espacios diáfanos, particularmente abiertos, enfocándose en el dominio de las proporciones y en la elegancia de los materiales con que construía, entre los que destacaban los metales y el vidrio, aunque llegó a trabajar con materiales como el mármol, ónice, acero cromado y maderas nobles. La obra de Mies está fuertemente ligada con la economía estética, la cual busca desarrollar una idea libre todos los conceptos antes concebidos y que la creación alcance plenitud artística. Sin embargo, esta libertad en el diseño trae consigo una pequeña gran consecuencia: al momento de realizar el proyecto, el autor se da cuenta de que es prácticamente imposible trasladar el diseño a lo físico, por lo que el edificio se ve modificado. Además, los costos de realizar una obra de este tipo serían muy altos.

En síntesis, la arquitectura que Mies van der Rohe cambió la forma en que se diseña, desde la poética sencillez de las tramas y figuras que les conforman, hasta los materiales que hacen de esqueleto, las edificaciones de Mies se distinguen por una elegancia innata, que sólo puede ser entendida como una economía estética, que si bien tiene sus dificultades, demuestra que en efecto, menos es más.